Alameda de Vigo

Localización: en el centro urbano de Vigo, cerca del puerto, en terrenos ganados al mar

Coordenadas: 42º 14' 20.78'' N, 8º 43' 21.08'' O (42.239108, -8.722525)

Propietario: Ayuntamiento de Vigo

Acceso libre (986 810 306, 986 224 757)

Web: www.turismodevigo.org/es/parque-de-alameda

HISTORIA

Los antecedentes del actual jardín hay que buscarlos en un acuerdo municipal del 22 de febrero de 1828 en el que se dispone la creación de una plantación de álamos en el terreno de playa al este de la puerta de A Gamboa —es decir, fuera del centro urbano, en una zona que se corresponde con la parte occidental de la alameda actual—. En 1830 estos árboles ya están plantados.

En los siguientes años surgen diferentes proyectos de ensanche de la ciudad sobre los terrenos de O Areal al este, que preveían la desaparición o traslado de la alameda. Tras años sin acuerdos, se le concedió el 26 de diciembre de 1870 a Emilio García Olloqui la ejecución de las obras del ensanche. Se había previsto el traslado de la alameda al norte, para quedar junto al mar, pero tras diversos conflictos se llegó a un acuerdo entre el Ayuntamiento y la concesionaria para que la alameda ocupara tres manzanas enteras del ensanche, renunciando a la zona verde costera.

En 1880 se comienza a edificar en el relleno, cuando pocos de los álamos de la alameda original quedan vivos, y en el 1882 comienzan las obras de creación de la actual alameda, de acuerdo con el Proyecto de paseo y jardines en la alameda, del arquitecto municipal Domingo Rodríguez Sesmero, datado en el 4 de mayo de ese año. Al finalizar las obras, en 1884, el recinto queda dividido en tres sectores, correspondientes con tres manzanas del ensanche, los laterales con un trazado a modo de cruz y X superpuestas, y el central hundido respecto a los otros y con cuatro hileras de árboles. Una cerca de hierro fundido cierra la alameda.

El 22 de agosto de 1890 se descubre la tela del monumento a Casto Méndez Núñez, obra del escultor A. Querol, con el pedestal diseñado por Jenaro de la Fuente, cuya localización provocó una modificación del diseño de ese sector.

En 1907 surge el Proyecto de reforma y ensanche de la ciudad de Vigo, de Ramiro Pascual. En el plano anexo se aprecia la distribución de la alameda en tres sectores y se ven por vez primera unos jardines al otro lado de la calle Concepción Arenal, continuando la alameda hacia el este. Estos jardines son el germen del que serán, años después, los de Eijo Garay y de O Areal.

En 1910 se debate sobre la necesidad de ampliar la alameda, considerada pequeña para una ciudad en constante crecimiento. El arquitecto municipal Jenaro de la Fuente Domínguez presenta dos alternativas para su ampliación; otras propuestas que se barajan son la creación de un parque en las avenidas, en el futuro relleno de O Areal, en el monte de O Castro (aún propiedad del Ministerio de Guerra), o en O Picacho (antiguo cementerio municipal). Ese mismo año fue instalado en la fuente del sector oriental el monumento dedicado a Curros Enríquez, obra del escultor L. Collault-Valera, costeada por suscripción pública (y actualmente en el parque de O Castro).

Entre 1922 y 1925 se desmanteló el vallado perimétrico, que databa de 1882. Este fue el primer paso en la degradación de la alameda, que continuará con el traslado a Coia del palco de la música en 1931, y el relleno del sector central, aprobado en 1934 por el Ayuntamiento, que provocó la muerte de los tilos que allí crecían y dejó totalmente desnudo ese sector en los siguientes años.

El 13 de octubre de 1935 se descubre la placa que supone el cambio de nombre de la alameda, que pasa a denominarse oficialmente plaza de Compostela.

En 1939 se ajardina el sector central, basado en un proyecto del jardinero francés Luciano Turc Bert, asesor municipal de jardinería. Las hileras de castaños de Indias (Aesculus hippocastanum) que actualmente sombrean ese sector datan de ese momento. En 1941 se llevó a cabo la urbanización de las carreteras que rodean la alameda, con aceras de pavimento de mosaico a base de cantos coloreados, alternando con baldosas. Tal pavimento sería sustituido por baldosas en los años ochenta.

En 1955 se construye la fuente central, obra del arquitecto municipal Emilio Bugallo Orozco. Una serie nueve de figuras de animales en piedra, encargadas al escultor José Luis Medina, fueron colocadas en la alameda, de las que hoy en día solo se conservan dos.

En 1972 el embajador de Nicaragua en España le donó al pueblo de Vigo el monumento a Rubén Darío, que fue instalado en el sector oriental.
Desde entonces no se realizaron modificaciones de importancia. Unos cuantos árboles viejos fueron muriendo con el paso del tiempo, entre ellos los dos enormes tilos plateados—Tilia tomentosa— presentes hasta comienzos so siglo xx en el sector occidental. Hace unos años hubo una absurda intervención fitosanitaria que consistió básicamente en podar muchos de los árboles, acción que redujo su altura y empeoró sus problemas (ligados a la mala calidad del terreno de relleno, a la compactación del terreno y la contaminación originada por el abundante tráfico que circula por las carreteras circundantes). Por otra parte, los setos que delimitaban los espacios con césped han sido recuperados en los últimos años.

Se trata de uno de los mejores jardines urbanos de Galicia, concebido desde su origen como alameda para su disfrute por el pueblo; con casi siglo y medio de existencia, tiene además la consideración de jardín histórico.

UN PASEO POR EL JARDÍN

La alameda tiene forma trapezoidal, alargada, casi rectangular, en un eje este-oeste paralelo al mar, y consta de tres partes: dos sectores laterales que conservan, con alguna modificación, el trazado original de Domingo Rodríguez Sesmero de 1882, y la parte central, más reciente, con el diseño de Luciano Turc Bert, de 1939. Las fuentes y muchos de los árboles que allí crecen proceden de su primera etapa, en 1882.

El sector occidental está bastante degradado, con varios árboles muertos en los últimos años. Destaca una gran araucaria (Araucaria heterophylla) centenaria en el límite oeste. Una fuente circular ocupa el centro del sector, con un estanque de 4,5 m de diámetro y surtidor central, a su norte y sur quedando dos bancos de piedra en forma de arco circular, y árboles que crecen detrás —entre ellas dos grandes palmeras (Washingtonia filifera) de la plantación original y de las mayores de Galicia en su especie—. En un lateral hay una escultura que representa un hombre tirando de una red de pesca, obra de Camilo Nogueira.

Al este de la fuente se encuentra el monumento a Casto Méndez Núñez, vigués y héroe del Callao; consiste en una estatua de bronce de tamaño natural, obra del escultor A. Querol, en un pedestal de granito de 3 m diseñado por Jenaro de la Fuente. En la parte trasera del pedestal hay una placa de mármol con la inscripción: "Al Contralmirante de la Armada Don Casto Méndez Núñez, en premio de insignes victorias, se erigió este monumento por subscripción pública a iniciativa del Gimnasio. Agosto 21 de 1890". Por delante figura el lema "Más valle honra sin barcos que barcos sin honra". Una cadena de hierro rodea el monumento.

El sector central está formado por un paseo central de 7 m de largo y otros perpendiculares que delimitan los espacios con vegetación herbácea; estos están algo hundidos en su interior, y tienen césped, plantas de flor, tejos (Taxus baccata ‘Fastigiata') y camelias (Camellia japonica); en algunos hay esculturas de animales: una cabra, una hiena, un cisne y un caracol; los dos primeros son obra del escultor Medina, los otros del escultor gallego Camilo Nogueira.

En el centro destaca una fuente de piedra con surtidores, en un estanque circular de unos 3 m de diámetro, del que cae el agua en otro inferior de figura cuadrada de 7 m de largo. Plantas de temporada y azaleas crecen alrededor de la fuente, rodeadas por una cadena de hierro. Dos filas de grandes castaños de Indias (Aesculus hippocastanum) sombrean los límites en el norte y sur del sector, lindando con las aceras.

El sector oriental conserva parte de la vegetación original, con un ambiente más íntimo y sombrío. Como en el sector occidental, hay una fuente con estanque y surtidor, flanqueado en este caso por cuatro bancos de piedra, y con diversos árboles y arbustos detrás, con hierbas y helechos por debajo de ellos. Destacan las casuarinas centenarias (Casuarina cunninghamiana), incluidas en el Catálogo gallego de árboles singulares, y dos nogales negros americanas (Juglans nigra).

En un lateral está el monolito de gneis con la inscripción "Príncipe del verso castellano Rubén Darío" y la efigie de este, y en el límite oriental, junto a la calle Concepción Arenal, hay dos estatuas que representan un herrero con un yunque y un pescador con varios peces; ambas están sobre un pequeño montículo de piedra, resto de un antiguo jardín de rocalla de los años 60.

PUNTOS DE INTERÉS

*Casuarinas (Casuarina cunninghamiana)

Las casuarinas —Casuarina cunninghamiana— del sector oriental están incluidas en el Catálogo gallego de árboles singulares (aunque en él aparecen con el nombre confundido de Casuarina equisetifolia); las viejas deben ser de la plantación original y son de las mejores de Galicia.

*Otros árboles de interés

Otros árboles centenarios y de gran porte, como la araucaria de la isla de Norfolk —Araucaria heterophylla— y las dos palmeras (Washingtonia filifera) del límite occidental, y los dos ejemplares de Juglans nigra del sector oriental, están entre los mejores de Galicia y son claros candidatos a entrar en el citado catálogo. Se encuentran además otros árboles menores, como camelias (Camellia japonica), magnolias (Magnolia grandiflora), tulipero de Virginia (Liriodendron tulipifera), sófora (Styphnolobium japonicum), cordiline (Cordyline australis), pitósporo (Pittosporum undulatum) o grevíllea (Grevillea robusta) de interés por sus tamaño y edad.

*Esculturas y monumentos

Destacan las fuentes y esculturas creadas hace más de 100 años, además de los monumentos a Casto Méndez Núñez y a Rubén Darío.

CATÁLOGO BOTÁNICO